El silencio y la concentración emociona. Ver esas caras compenetradas en el tejido, esas manos esforzándose por aplicar bien la técnica, el silencio seguido de una pregunta, el deseo por avanzar nos llena el corazón de alegría.
Chicos y chicas por igual, entregados en la aventura de tejer, haciendo un esfuerzo por vencer la ansiedad de terminar pronto y poder permitirse disfrutar del proceso.
La música acompaña el andar, aquellxs que aún no se animan observan y valoran el esfuerzo de sus compañerxs.
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